EL CALCIO SE PONE A MIL

Tras la trigesimosegunda fecha de la Cátedra de la Táctica, nada cambió en la cima de la tabla, puesto que Milan, Nápoli e Inter vencieron y mantuvieron invariadas las distancias. Sin embargo, los rossoneri se sacaron de encima una visita complicada y, además, ahora suman la ventaja de que falta un turno menos al final del campeonato, por encima con un fíxture a su alcance. La lucha Champions, en cambio, así como la pelea por el descenso, nunca estuvo más caliente, especialmente porque en las últimas jornadas se contaron una gran cantidad de resultados inesperados, que cambiaron muchas veces las cartas sobre la mesa.
RECTILÍNEO FINAL
Para Milan, uno menos puede referirse también a la increíble situación de Ibrahimovic, quien será el grande ausente de las próximas dos jornadas (por lo menos, pero quizás más). La expulsión del sueco, faltando cuatro minutos al final, llegó por alguna palabra de más dicha al juez de línea, quien había tomado una decisión contraria a los rossoneri en una falta lateral. Una reacción injustificable, que se suma a la amarilla recibida por Ibra que ya le iba a costar un turno de suspensión, por acumulación de amonestaciones. Lo raro es que el delantero rossonero no tenía ninguna razón por estar nervioso, porque el Diávolo dominó a Fiorentina y, si bien sobre el final sufrió un poquito, en realidad nunca arriesgó perder los tres puntos.
Al revés, de no ser por algunas claras chances desperdiciadas justamente por Ibra, la visita hubiera podido triunfar con un marcador aún más amplio, que le hubiera dado un aspecto más real al marcador de un desafío que Milan controló con buen fútbol, de la mano de un Seedorf iluminante y un Boateng letal con su gran sentido táctico en posición de enganche. Fiorentina, por su parte, no jugó mal, pero demostró porque en este campeonato no logró ganarle a ninguno de los primeros siete de la tabla: el cuadro, simplemente, se derrite como nieve al Sol cuando se le juega de cara a cara. Lo de Nápoli fue más simple y menos brillante, pero no por eso menos valioso. Efectivamente, el Burro tuvo solamente que jugar concentrado para aprovecharse de un Bologna particularmente distraído y desganado. Lo más importante fue lograr anotar y vencer sin Cavani, demostrando que en el club celeste todos tienen su importancia, quien más y quien menos, pero que el conjunto está preparado para ser más fuerte que todo. Su fíxture es sin dudas el más duro entre los tres que pelean ahí arriba, si bien tendrá la ventaja de jugar el enfrentamiento directo ante Inter en casa. De todas maneras, el equipo pasa por un buen momento y el sueño Scudetto le está dando realmente un empujón importante, que debería permitirle luchar por el título hasta el último momento.
Los nerazzurri, por su parte, son los que convencieron menos: es cierto que no era fácil salir de la tumba en la que se habían metido con las derrotas en el derbi y en Champions League; sin embargo, el equipo lució otra vez sin energías y, de no haber sido por dos clamorosos errores de Chievo, hubiera podido hasta no vencer. La decisión de Leonardo de darle un poco de descanso a Sneijder pareció acertada, pero hay demasiados jugadores que deberían descansar más y demasiados pocos que lucen poder dar un recambio a la altura de la situación, especialmente en función de jugar con un esquema sólido pero que sea también ofensivo. La próxima jornada contra Parma será mucho más complicada de lo que podría lucir y, probablemente, nos revelará de una buena vez por todas si los pentacampeones de Italia tienen la nafta suficiente para mantener la velocidad, en estos últimos seis kilómetros de rectilíneo que quedaron en el maratón del Calcio.
Lo único que desilusiona un poco en este emocionante e increíble campeonato es que, en la lucha para la cuarta plaza, los referís lucen ser más protagonistas que jugadores y clubes.
En efecto, en este momento la lucha por el último acceso quedado disponible para la Champions (Inter no debería derrumbarse tanto como para poner en discusión la tercera posición) tiene, potencialmente, cuatro pretendientes. Juventus necesitaría de un milagro, es cierto, pero con seis puntos de distancia, el fíxture complicado de Lazio y Udinese y los tres triunfos consecutivos de los que viene, los bianconeri están autorizados a soñar y obligados a luchar. De todas maneras, que sean tres o cuatro, en realidad debería haber dos equipos ahí arriba, es decir Lazio y Udinese, que son los únicos dos que lucieron una verdadera constancia y que, por eso, merecerían ambos un ingreso a la competición para clubes más prestigiosa del continente. Sin embargo los árbitros, con errores clamorosos en el duelo de Lazio en Nápoles y con el regalo que le hicieron a Roma en cancha de Udinese, pararon la marcha de los albinegros, acortaron la clasificación y les permitieron a los capitalinos y a la Vieja Señora entrar nuevamente en la carrera.
Lo de la Loba en Údine fue bochornoso, porque el conjunto de Guidolín pasó de tener la chance de triunfar, con un penal clamoroso que era realmente imposible de no ver (especialmente porque si el referí vio la mano de Asamoah, es decir que miraba atentamente en esa dirección, ¿cómo pudo no ver el codazo en la cara que le pegó Perrotta?), a sufrir la derrota de contraataque. Ahora todo se le complica a Udinese, mientras que a Roma todo se le pone más fácil, porque tiene el calendario más simple entre todos los pretendientes a la cuarta posición, si bien deberá recuperarle cuatro puntos a Lazio. El Águila, por su parte, ganó con grande cinismo, solidez y equilibrio. El hecho que un gran jugador como Hernánes le haya resuelto el trámite no es, como podría parecer, una cosa negativa, sino que un aspecto positivo, porque significa que los albicelestes cuentan con el talento necesario para alcanzar el importante objetivo, sin tener que cambiar actitud y manera de jugar. Cosa que, en cambio, no vale para Juventus, porque el sufrido triunfo casero ante Genoa (un equipo mediocre y huérfano de su mejor jugador, Palacio) le da nuevas esperanzas pero alarga las sombras en su camino. En efecto, si es cierto que el equipo mereció ganar y meterse en la carrera para la Champions, lo es también que empezó a ganar cuando se liberó del peso de tener que luchar por algo. Ahora que se ve nuevamente responsabilizada, con la obligación de salir a ganar y la dificultad de recuperar mucho terreno (seis puntos con tres equipos rivales son un escollo enorme), veremos si la Vieja Señora tiene realmente lo necesario para plantear un futuro más positivo y, sobre todo, ganador.
DESCENSO
Si en el medio equipos como Palermo, Cagliari y Bologna ya no juegan más por nada, sino para probar nuevas soluciones y empezar a planificar la próxima campaña, hay ocho equipos en este momento que están entregando todo lo que tienen para lograr mantener la categoría. Chievo ya estaba bien parado, así que no sufrió demasiado por la derrota en San Siro. Sin embargo, aún no está a salvo y no puede relajarse, porque le faltan unos 3/4 puntos para asegurarse la permanencia. Mismo discurso para Catania, que por su parte sumó en esta jornada, al igualar en Bari (que a pesar de la imposibilidad de salvarse sigue luchando con un heroico y romántico corazón), pero desperdició una gran chance para hipotecar el objetivo y sumar el primer triunfo visitante de la temporada. Además, su fíxture es bastante complicado, por lo que se esperan jornadas duras para los sicilianos. Lecce, en cambio, decidió en su favor el enfrentamiento clave de la jornada, al triunfar en Génova de visita a Sampdoria. Una victoria importante, que le da una ventaja en el camino hacia la permanencia, especialmente porque de esa manera hundió una Sampdoria cada vez más candidata al descenso. En efecto, si bien los dorianos comparten su actual posición con Parma, ambos un punto arriba de Cesena y dos de Brescia (muy buenos los empates de remontada de ambos equipos, que demuestran que están vivos y que pelearán hasta el final), ellos son los menos favoritos por una larga serie de motivos.
Por ejemplo, porque son los menos acostumbrados a pelear en aguas tan calientes pero, sobre todo, porque no se ve como un plantel que perdió sus dos estrellas logra encontrar la fuerza para vencer y cambiar la poderosa inercia de la bola que rueda en bajada desde hace ya cuatro meses.

El Calcio continua mas efervescente que nunca y  falta de 7 jornadas nada esta decidido.

Comentarios