
A los nueve minutos, el futbolista de Rosario cargó a Sergio Ramos con una amarilla. Fue entonces por la banda del sevillano por la que el Olympique se dedicó a cargar una y otra vez, por que el Real Madrid se vio desbordado prácticamente los primeros 45 minutos.
Las únicas ocasiones del conjunto blanco nacieron a balón parado. Cristiano Ronaldo probó suerte con un lejanísimo disparo de falta pero Lloris se mostró muy seguro. No enganchaba el Real Madrid con Ozil su linterna en las labores de creación, ni con Cristiano que por una vez parecía desenchufado.
El Olympique Lyonnais contó entonces con las mejores ocasiones de gol. A la media hora de juego, Bafétimbi Gomis falló la mejor, algo innimaginable. Recibió un balón frente al área pequeña, y con Casillas ya batido, el francés envió alto el esférico, ligeramente desviado por el meta madridista.
Al verse zarandeado por su viejo enemigo, en la segunda parte el Real Madrid apeló a su orgullo y no tardó en arrinconar a su rival.En escasamente dos minutos, envió dos balones al palo. Cristiano Ronaldo, con un disparo de falta desde un lateral del área y Sergio Ramos con un remate de cabeza al saque de un córner.El astro portugués se activó en la segunda mitad y en otro lanzamiento de falta reclamó un penalti al ver un brazo en la barrera que desvió su disparo.Con el Real Madrid controlando el juego, llegó el momento más esperado de la noche en Gerland, la entrada de Karim Benzema. El chaval criado en la cantera lionesa fue ovacionado por el público. Lo que no sabían es que un minuto después iba a apagar la emoción con un gol.Llegó en la mejor combinación del frente de ataque blanco en todo el partido, un triangulación entre Ozil, Cristiano Ronaldo y Benzema, que el francés se ocupó de materializar en gol con una serie de regates en la frontal del área pequeña.
El tanto fue festejado de forma expresiva, incluso, por el presidente madridista, Florentino Pérez, en el palco.Tras semejante jarro de agua fría para el Olympique o de agua bendita para el Real Madrid, los dos entrenadores movieron fichas y en cuestión de minutos agotaron los cambios.
Mourinho sentó a Khedira y Ozil, y dio minutos a Lass Diarra y Marcelo. Mientras que Puel introdujo a un segundo delantero, Pied, y a un centrocampista más ofensivo, Pjanic.
La apuesta le salió bien al técnico francés, puesto que a falta de siete minutos para el final Gomis empató el partido al rematar solo frente a Casillas un balón que había desviado previamente Cris con la cabeza, en una jugada a balón parado.El gol dio alas al Olympique Lyonnais que en su arreón final obligó al conjunto blanco a acabar pidiendo la hora.
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