El intratable líder del torneo alemán, Borussia Dortmund, recibe este sábado a un Werder Bremen que viene en plan de recuperación, tras un comienzo de temporada lleno de problemas.
El Dortmund es líder incuestionado, con 10 puntos de ventaja sobre el segundo, y no pierde en la Bundesliga desde la primera jornada, lo que tiene al equipo lleno de confianza. El Bremen ha logrado estabilizarse, sobre todo en la parte defensiva, como ha mostrado al lograr mantener su valla imbatida en los últimos dos compromisos.
La despedida del Bremen de la Liga de Campeones, con una clara victoria ante el Inter por 3-0, es algo que da esperanzas de mejoría, aunque es claro que el campeón de Europa no lo dio todo en ese partido.
Él Dortmund es el examen más duro que le podía caer en estos momentos a los dirigidos por Thomas Schaaf, que ahora tienen la tarea de romper una racha que ya casi que asusta y que amenaza con convertir la actual edición de la Bundesliga en una especie de monólogo amarillo y negro.
El Mainz, actualmente segundo clasificado, espera naturalmente con ansiedad una victoria del Bremen para intentar luego empezar a remontar en partido en casa del domingo contra el Schalke de Raúl González y José Manuel Jurado.
El Schalke viene de dos victorias importantes, una contra el Bayern en casa y otra, en la Liga de Campeones, domicilio contra el Benfica, que hace que el equipo haya pasado página a la goleada sufrida ante el Kaiserslautern y piense en empezar a ascender posiciones.
Sin embargo, la nota distintiva del Schalke en este año ha sido la irregularidad. No es la primera vez que se tiene la sensación de que el equipo al fin se ha encontrado a sí mismo y tampoco sería la primera en que después de que algunos resultados importantes se sufre un revés que le recuerda a todo el equipo que en el torneo doméstico todavía está luchando contra el descenso.
El Bayern, que recibirá al St.Pauli, ha fijado como nuevo objetivo alcanzar el segundo lugar, puesto que los 17 puntos que lo separan del Dortmund son demasiados como para hablar del título. Del Mainz está sólo a seis y del Bayer Leverkusen, que es tercero y visita el sábado al Hamburgo, seis puntos
La despedida del Bremen de la Liga de Campeones, con una clara victoria ante el Inter por 3-0, es algo que da esperanzas de mejoría, aunque es claro que el campeón de Europa no lo dio todo en ese partido.
Él Dortmund es el examen más duro que le podía caer en estos momentos a los dirigidos por Thomas Schaaf, que ahora tienen la tarea de romper una racha que ya casi que asusta y que amenaza con convertir la actual edición de la Bundesliga en una especie de monólogo amarillo y negro.
El Mainz, actualmente segundo clasificado, espera naturalmente con ansiedad una victoria del Bremen para intentar luego empezar a remontar en partido en casa del domingo contra el Schalke de Raúl González y José Manuel Jurado.
El Schalke viene de dos victorias importantes, una contra el Bayern en casa y otra, en la Liga de Campeones, domicilio contra el Benfica, que hace que el equipo haya pasado página a la goleada sufrida ante el Kaiserslautern y piense en empezar a ascender posiciones.
Sin embargo, la nota distintiva del Schalke en este año ha sido la irregularidad. No es la primera vez que se tiene la sensación de que el equipo al fin se ha encontrado a sí mismo y tampoco sería la primera en que después de que algunos resultados importantes se sufre un revés que le recuerda a todo el equipo que en el torneo doméstico todavía está luchando contra el descenso.
El Bayern, que recibirá al St.Pauli, ha fijado como nuevo objetivo alcanzar el segundo lugar, puesto que los 17 puntos que lo separan del Dortmund son demasiados como para hablar del título. Del Mainz está sólo a seis y del Bayer Leverkusen, que es tercero y visita el sábado al Hamburgo, seis puntos
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